Los humanos tememos la pérdida, ya sea personal o material, curiosamente, la pérdida material nos afecta tanto como la personal, por ejemplo, que se rompa un adorno o cualquier otro objeto, nos puede afectar tanto como que un amigo nuestro se vaya a otro país y no vuelva, el caso de la muerte es distinto por que es algo irreemplazable, por eso, para entender mejor el artículo, dejémoslo en que se va a vivir fuera alguien que apreciamos.
Yo por ejemplo, lo que mas temo es estar solo, dejar de estar con mi pareja, que es la persona que mas amo, por suerte no es algo que deba preocuparme realmente, pues siempre vamos a estar juntos y es algo que tenemos claro ambos.
Pero aquí no he venido a hablar de pérdidas personales, si no materiales, antes he comentado que nos puede afectar que se rompa un adorno, el motivo es sencillo, nuestro cerebro no puede retener cada segundo de nuestras vidas como si fuera una película, por eso los recuerdos tienen distintos niveles, y de la mayoría de nuestros recuerdos no nos acordamos nunca, por eso la pérdida de un objeto relacionada con un recuerdo, nos afectará mucho.
Probad de romper un objeto que nos regaló alguien, por ejemplo un regalo de cumpleaños, simplemente no podemos hacerlo, pues la pérdida de ese objeto significaría la perdida de parte del recuerdo de esa persona.
Curiosamente hay gente que puede tirar un montón de objetos a la basura sin inmutarse, yo me quedo perplejo cuando veo alguien así, curiosamente a las personas que les ocurre esto son personas frías y que los sentimientos les afecta menos, pero no es el tipo de persona que quiero analizar en este artículo.
Así que nos quedamos con personas que temen la pérdida.
Yo soy retrogamer, pero la verdad es que no empecé siéndolo para probar sistemas exóticos, eso vino después, si no que primero volví a recuperar las máquinas que había perdido (ergo, que mi madre regaló como la Nes o la Megadrive), debí de empezar a coleccionar hace aproximadamente hace unos 11 años, cuando la sangre de color azul SEGA volvió a mis venas cuando murió la Dreamcast, varios años antes, cuando me regalaron la psx, en 1998, mi madre decidió regalar mi megadrive, así que cuando murió la Dreamcast volví a desear tener la Megadrive mas que nunca, Así que decicí ir a la mercajocs, una tineda de juegos que ya no existe, pero por aquel momento era muy conocida, no me acuerdo cuanto me costó la megadrive, pero era un precio de risa.
Así que parte de mi forma de vida actual empezó con la recuperación de un recuerdo, el recuerdo de cuando entre los amigos del cole nos prestábamos juegos de megadrive, o íbamos a casa de algún otro colega a jugar.
Pero claro, no todo empezó ahí, el primer sistema al que jugué fue al Spectrum, que era de mi tio, posteriormente se compró un Commodore Amiga, y ese ordenador me caló hondo, y después de varias máquinas lcd que no me acababan de llenar, ya que distaba mucho de la experiencia de jugar con el Amiga, mi familia decidió regalarme la megadrive, que en aquel momento era la consola "actual gen" mas barata, costó 17.000 pesetas de segunda mano, con el Sonic y el Mega-games I, que a principios de los 90 era bastante dinero, sería como comprar hace 2 años una xbox 360 por 170 euros de segunda mano, para que los mas jóvenes se hagan una idea.
Todo esto no ha sido mas que una introducción para lo que realmente quería hablar.
Ayer, cuando estaba con la Psvita, vi que me quedaba poco espacio libre, pues me había descargado el remake del SMT: Persona y la memory de 16 gigas estaba casi llena, así que pensé que debía de pensar pronto en ahorrar para comprar la de 32 gigas.
16 gigas...llenos, mi primer ordenador propio tiene un disco duro de 16 gigas, digo tiene, pues aun lo utilizo para jugar a mis juegos en ms-dos, no era el primer ordenador que usaba de hecho siempre donde he vivido había al menos un ordenador, como ya he comentado, mi tio tenía un Spectrum y un Amiga, después a casa llegó un 286, un pentium II y un AMD Athlon a 750 Mhz, que es el ordenador con el disco duro de 16 gigas, en ese ordenador es donde jugué a juegos como Half-life, Alien vs Predator, Lands Of Lore, Diablo, Diablo II...casi todos mis juegos de pc han sido jugados en un ordenador con un disco duro de 16 Gb, sin embargo ahora, en una consola portátil, esos 16 gigas se han ido en nada.
Hace unos 10 años, lo normal era tener un disco duro de 20 gigas, hace 20 años, lo normal era tener un disco duro de 40 Megas, si es que tenías disco duro, por que la mayoría de ordenadores, por ejemplo, el Amiga 500 de mi tío, usaba disquettes de 720 Kb, y nos parecía de lo mas normal.
Me acuerdo cuando en la escuela pusieron los ordenadores nuevos, eran Pentiums MMX a 166 Mhz con un disco duro de 1 giga y medio.
Sin embargo, ahora podemos encontrar discos duros de varios Teras, yo mismo compré una hace un año de 2 Tb por 70 euros, y no solo eso, si no que en cualquier tienda podemos encontrar tarjetas Micro-sd, que son del tamaño de la uña del dedo meñique, con una capacidad de 32 o 64 gigas, incluso no es nada descabellado buscar por Internet información sobre tarjetas micro-sd de 256 gigas.
Seguramente dentro de 1 año las podamos encontrar en cualquier tienda de la misma manera que encontramos ahora tarjetas de 32 o 64 gigas.
Todo lo relacionado con la informática avanza rápidamente, ahí es donde empieza la inmortialidad.
Imaginad un ordenador de pocos milímetros de tamaño, que nos lo pongamos detrás, en la cabeza, y que con solo cerrar los ojos, podamos acceder a todas las fotos de nuestra vida, ver el vídeo de nuestra boda como si fuera en directo, como nuestro hijo camina por primera vez, y no solo eso, si no que todos los sistemas que actualmente ocupan muebles y estanterías enteras estén todos ahí, que sea cerrar los ojos, como si durmieramos, y que ese pequeño ordenador con un emulador de Megadrive, también supiera emular el tacto del pad, y que jugar al Sonic fuera tan real como jugarlo en una Megadrive física.
Es cierto que actualmente con los smatphones podemos ver nuestras fotos, vídeos o poner un emulador de Megadrive.
Pero no es lo mismo, ya que por ejemplo, en el emulador, los controles con la pantalla táctil son horrorosos.
Y las fotos, la mayoría de móviles no tienen una pantalla lo suficientemente generosa como para que sea lo mismo que mirar un álbum de fotos.
Alguien podría decir que para eso están las tablets, pero claro, una tablet ya no cabe en un bolsillo, por lo que no siempre podrás disponer de ella.
Yo hablo de algo distinto, que toda nuestra vida, y la de los seres que amamos estuviera dentro de algo que ocupa pocos milímetros y que en vez de utilizar una pantalla con un teclado, fuera nuestro cerebro y nuestra red neuronal la que controlase el ordenador, y que pudiera transmitir a nuestro cuerpo sensaciones como el tacto.
Y que allá donde fuéramos lleváramos nuestra vida encima nuestra, el tiempo también cobraría un sentido distinto.
Cada vez los seres humanos vivimos mas, actualmente llegar a los 100 años es tan fácil como hace medio siglo llegar a los 80, por eso, ya que vivimos solo una vez, independientemente de que haya un cielo, de que nos reencarnemos, de que simplemente no haya nada mas, independientemente de lo que creamos que ocurre cuando morimos, una cosa está clara, esta vida, en este instante, solo la vamos a vivir una vez, por eso no hay que tener prisa en morir, yo me he propuesto vivir unos 140 años, seguramente pensareis que estoy loco, pero lo mismo debieron pensar hace un siglo sobre la gente que vive mas de 90 años.
No fumo, no bebo, hago deporte, a menos que tenga un accidente o una enfermedad terminal, viviré como mínimo 100 años, así que apurar unos 40 mas, no es nada descabellado.
Por eso, si un CD-rom tiene una esperanza de vida estimada de unos 100 años, está claro que mis juegos de mega-cd, Pc-engine cd, saturn, psx, 3do etc morirán antes que yo, por eso mismo, como una licencia de un videojuego es de por vida cuando lo compramos, que menos que poder jugar a cualquiera de ellos hasta mi último día.
Tumbarme, cerrar los ojos y revivir Metal Gear Solid, incluso aunque no tenga nada en las manos, sentiría como vibra el DualShock.
De esta manera, mientras vivamos, nuestra vida nos acompañaría siempre, aunque desaparezcan todos los álbunes de fotos, todos nuestros vhs con comuniones o bodas, todos nuestros cartuchos o discos...siempre nos acompañarían, serían solo datos, aunque no quede el objeto físico, al menos podríamos decir que "su alma" nos acompañará siempre.
Seguramente, lo que digo llegará algún día, podrían ser 20, 30, 40 o incluso 50 años, pero si estás leyendo esto, seguramente llegues a verlo.
Cada vez puede reducirse todo un poquito mas, pero claro, todo tiene un límite, y un Bit no puede ser mas pequeño que un átomo, supongamos que tenemos una superficie de oro, y que cada átomo es un Bit y que si se "quema" un átomo sería un 0 y otro sin quemar un 1.
La pregunta sería ¿cuanto falta para que cada bit sea del tamaño de un átomo?, pues la verdad es que ni idea, pero seguramente no nos falte demasiado, y cuando llegue toda nuestra vida quepa en menos de 1 centímetro.
Seguramente podría hacerse de forma subatómica y que haya mas capacidad, pero no soy un físico cuántico ni mucho menos, así que todo esto son especulaciones.
Así que formulo la pregunta final, ¿acaso no os gustaría que algún día podamos decir que no perderemos jamás nada mas?
Pues si los objetos es en cierto modo la inmortalidad de quien los poseía, igual que sus fotos o vídeos, ¿no sería acaso la inmortalidad de los objetos que poseemos nuestra propia inmortalidad?
Cuando apareció la fotografía mucha gente pensaba que en cierto modo la inmortialidad había llegado, pues con una foto nuestra se nos recordará siempre, aunque en la memoria de nuestros seres queridos nuestro rostro se difumine, siempre quedaría algo que dejaría constancia de nuestra existencia.
Ahora, podríamos ir mas allá, y dejar constancia de TODA nuestra existencia, y que cada uno de nuestros recuerdos quedara almacenado junto a todas nuestras fotos, o nuestros escritos.
Entonces no solo quedaría una foto con la que se acordara la gente que nos conoció, si no que desconocidos de generaciones muy posteriores, nuestros tataranietos por ejemplo, pudieran ver como eramos de primera mano, y vivir nuestra vida como si fuera la suya.
Ojalá quedara un "servidor" donde estuviera almacenados todos los recuerdos de Sócrates, pues sería interesante vivir de primera mano los recuerdos de grandes pensadores o grandes científicos y vivir el momento en que descubrieron algo.
¿que debió de sentir Galileo al mirar por primera vez la luna desde un telescopio?, aunque no fuera el quien lo inventara, tuvo que sentir una gran satisfacción cuando lo utilizó por primera vez.
Una lástima no poder revivir vidas de grandes personas, por suerte, todo esto tiene pinta de que cambiará.
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